

"L’heure de l’autopsie, chérie des notables, viendra pour lui.et il se peut alors que le renard
présentement vexé trouve rexplication” et s’en leche les babines tout au long d'une thése.Je souhaite que la lecture de cette thése donne á Ionesco autantdejoiequeson oeuvrenfen donne. A lui alors
de définir son plaisir”. Son éstas las palabras con las que Jacques Lemarchan determinaba en 1954
su prefacio al primer volumen de la obra de Ionesco y que recogemos inicialmente... Saber másexpand_more
"L’heure de l’autopsie, chérie des notables, viendra pour lui.et il se peut alors que le renard
présentement vexé trouve rexplication” et s’en leche les babines tout au long d'une thése.Je souhaite que la lecture de cette thése donne á Ionesco autantdejoiequeson oeuvrenfen donne. A lui alors
de définir son plaisir”. Son éstas las palabras con las que Jacques Lemarchan determinaba en 1954
su prefacio al primer volumen de la obra de Ionesco y que recogemos inicialmente porque nos
permitirán situar los límites de la cuestión que quisiéramos estudiar.
Efectivamente, Lemarchand tenía razón: la hora de la autopsia hace ya tiempo que tuvo lugar y todasaquellas pieles que a lasalida del teatro mostraban su extrañeza o su disgusto por la falta de
inteligencia de la obra a la que acababan de asistir,se han visto progresivamente confirmadas: pocoa poco han sido introducidas en los recovecos de una obra que, una vez explicada y diseccionada, hapasado a ser objeto consumible, producto de cultura que denigran o con el que se identifican.
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