
ENTRE LOS LIMITES PERSONALES Y PENALES DE LA EUTANASIA: Vida humana es la suma de todo lo que el ser humano es y hace. La muerte puede poner fin a todo ello. O, simplemente, dar fe de que ya no existía. En este segundo caso la muerte sigue siendo inevitable, necesaria, pero la necesidad no se contrapone aquí a la posibilidad de una liberación final. Como las otras necesidades, según advierte MARCUSE, también la muerte puede ser racional, sin dolor ni angustia.